26 de junio de 2009

Los viejos del parque

Dos amantes envejecieron y se hicieron tan viejos que lanzaron sus raíces al suelo, raíces tan profundas que llegaron casi al fondo de la tierra, ahí donde abunda el calor. El par de sabios se protegían del exterior abrazándose, haciéndose ambos los duros con un par de gruesas cortezas, se hicieron poco a poco de mayor envergadura y a ratos parecía que sin esfuerzo rozaban el cielo.
Estos dos ancianos por momentos parecían un solo cuerpo como dos serpientes copulando en un nudo ciego. Durante estos últimos días permanecieron más juntos que recién enamorados e hicieron el amor como nunca en sus vidas, él acariciaba los largos cabellos blancos de su amada trepando por la nuca hasta su sien, mientras le decía que jamás la perdería.
Los dos abuelos fueron tan felices durante semana y media, que no pensaron siquiera en despertar de tan precioso sueño. No negaron al conocerse, haberse ya engañado con algun otro un par de veces, menos perder el tiempo haciendo tonterías. No negaron alguna vez encontrarse con desolados y grises paisajes donde el frío se pasa mejor de dos.
Estos dos amantes no miraron atrás una vez que comenzaron a renacer, sólo se lanzaron unas miradas, se tomaron de la mano, y sus arrugadas pieles unieron sus pliegues mejor que nunca, de modo que ya no parecían tan resecas. Su aterciopelada cama parecía grande, infinta como la misma edad de los ancianos, mientras se besaban con fruición.
Pasaron lo años y no los volví a ver ni a imaginar, pero dicen que el improvisado edén de los viejos quedó para siempre congelado. Se cuenta que el tiempo se detiene bajo la frasada que no es más que una sombra que abriga y cobija a los amantes, tambien parece que las sábanas se hicieron sólidas piedras sobre las que las raíces de estos viejos robles ahora reposan.
Entonces pienso que la historia se convirtió en vida, y vuelve cada ciertos días, cuando algún par de jóvenes viene al parque, dibujando un corazón en cada árbol, se prometen todavía amor eterno y estar juntos por siempre.

23 de junio de 2009

La ausencia del Sol

Cuando no quiero quedarme más,
a veces, cuando no existen pasiones
debe sonar increíble, que suelo salir.
Cuando siento mis cejas moverse
debe ser el viento que sopla
y me entumese por la mañana.
Cuando siento mis labios partirse
debe ser el frio que los seca
agrientándome hasta el corazón.
Cuando se me erizan los cabellos
es porque expreso mis sensaciones
colocando un pie en la fria acera.
Cuando siento que salgo de mi casa
y me extravío en la calle gris
respiro lento, el aire de frente.
Cuando siento el helado viento
con mis todavía rotos labios,
continúo con mi piel de gallina,
y mis erizados pelos, aun siento.
Pero vuelvo a la normalidad
a veces cuando en cálido reposo,
ya no tengo aspecto nervioso
y el sueño me acaricia la espina.
No debe ser el culpable el viento,
menos mi delgada contextura,
culpa no tiene el crudo invierno,
ni culpable es mi introversión.
Debe ser tan sólo ausencia de luz,
y tal ves, mi reticencia con el sol...
Porque aun cuando hay dificultad,
sé que puedo prescindir del sol.

19 de junio de 2009

Ideología porcina

Anátomopolítica es saber cada una de tus acciones
se muestran las consecuencias del disciplinamiento,
el choque y la lucha efervecente de los cuerpos
Saber cuáles son las excusas para poderte vigilar,
el control, la rutina, la jerarquía social
reproducción simbólica, disciplina individual.
Y la forma de saber nuevamente es conducida
cuando todos viven hoy del show de la mentira
todos caen graves, enfermos de la porcina
y sólo es control social, regulación natural,
ellos saben que le tememos a su arma mortal
Nos dicen que nuestro único amigo es la represión,
y que la única forma de protegernos es atomización,
confrontación de cuerpos forzando la enajenación.
El control individual del ser social nos prohíbe
justificando el encierro de la oscura imaginación
y luego es nuevamente el poder quien se exhibe.
Siendo el saber hoy también poder que nos divide.
la ideologia es el arma, el miedo el fin de la libertad.
Y hoy la prohibión es no pensar en nada más.

Inspirado en Michell Foucault (1926-1984)

16 de junio de 2009

Peticiones

No me demuestres ninguna actitud natural
basta que me mires, aunque sea sólo una vez
quiero que te quedes justo ahí, callada
hoy te ves preciosa, no precisas de nada
por favor no me ocultes tus sentimientos
ignóralo todo, menos este preciso momento
no seas insegura, ahora no te molestes
yo seré el mejor de todos los que dudan
por favor dime, si es que aun es cierto,
y si, a pesar se todo, te cuesta mirar
cuando sueles simular verme a la cara

14 de junio de 2009

Momentos congelados

Distracciones fugases son tus miradas encantadas
con ellas mi alma huye, como reo corazón liberado
y siempre eres como un relámpago que llama mi atención.
No pudiendo dejar como una foto el momento congelado
yo me quedo triste, ignorado, a veces solo y olvidado.
Pero jueves hay todas las semanas, algunas frias mañanas,
tus cabellos ondulados, un par de preciosos ojos negros,
y un cigarro para fumar por siempre cerca tuyo.
Aunque tú no lo sepas, continúo mirando disimulado,
y mientras estos instantes todavía ronden por ahí,
no pienso más que en un momento congelado junto a ti.

12 de junio de 2009

Sensación

Si existieran reales palabras para una sensación...
si tuviera que decir un color para describirla, sería un azul verdoso
si tuviera que decir un estado de ánimo, sería la tristeza reclamada
si tuviera que decir un un sólo gesto, sería la sonrisa contraída
si tuviera que decir una fatasía nocturna serían las simpáticas pesadillas
si tuviera que decir un prototipo de mujer serían las claras rubias
y si tuviera que decir un medio de transporte sería la motoneta.
Si la tuviera que cantar sería con un piano de cola entonado en "Re"
si tuviera que describirla con una palabra absurda, sería la necesidad
si fuera un terrible sacrificio sería un baño frío en invierno.
Pero la delicadeza es parte tambien del gélido viento contra mi piel
distrallendo la monótona estación de la pasividad.
Y si tuviera que decir un nombre empezaría con "D"
y si tuviera que decir una canción sería Raquel
y si esto fuera un pecado capital, sería la vanidad
como un tipo de persona antisocial, como un artista sin espacio ni lugar.
Si tuviera que describir mi pieza, sólo nombraría las partes de oscuridad.
Y ahora junto mi vida calida como mis manos, destaca la muerte fria como el grafito,
escribiendo tantas sensaciones, pero sintiendo pura y simplemente soledad.

2 de junio de 2009

La huida de dos

Señálame cuál es el lugar donde queda la salida. Hoy iré contigo, acompañándote por el camino que te saca del encierro.
En unos segundos, huyendo nos encontraremos,
y el día de mañana frente un espejo, con a nuestra propia vida nos toparemos,
en el horizonte descubriremos hermosas arenas desiertas
y en la arena, un mar que merece atención.
Tu tienes algunas tristes y un par de dichosas primaveras,
yo tengo sólo veinte razones, un par de ganas y un carro veloz.
Los dos iremos camino abajo, siempre juntos huyendo hacia el sol.
Algún día me preguntarás insegura, si es que en algún momento entro en razón,
si es que todo ha valido la pena, si mañana todavía habrá locura o algo que justifique nuestra acción.
Hasta entonces, mi vida, esperaré a que me contestes...
Si te dejas secuestrar acompañándome o si es que sufro de delirios y nunca hubo nada entre los dos.


Mirándonos las miradas

Te miro, tu mirando, y mirándonos me sonríes,
hoy sólo a mí, me saludas saludándome,
yo en tu saludo, quieto, me quedo detenido,
quedándome parado frente a tu imagen veloz,
la lluvia cae y callendo yo, nuevamente te miro.
Así todos los días nos miramos las miradas.
Pero hoy, mirándo en la mañana, me doy cuenta,
como no estás más para sonreírme,
cómo hoy no estás para saludarme.
Yo me caigo junto a tu imagen despedida,
y te despido, despidiéndonos los dos.