2 de junio de 2009

La huida de dos

Señálame cuál es el lugar donde queda la salida. Hoy iré contigo, acompañándote por el camino que te saca del encierro.
En unos segundos, huyendo nos encontraremos,
y el día de mañana frente un espejo, con a nuestra propia vida nos toparemos,
en el horizonte descubriremos hermosas arenas desiertas
y en la arena, un mar que merece atención.
Tu tienes algunas tristes y un par de dichosas primaveras,
yo tengo sólo veinte razones, un par de ganas y un carro veloz.
Los dos iremos camino abajo, siempre juntos huyendo hacia el sol.
Algún día me preguntarás insegura, si es que en algún momento entro en razón,
si es que todo ha valido la pena, si mañana todavía habrá locura o algo que justifique nuestra acción.
Hasta entonces, mi vida, esperaré a que me contestes...
Si te dejas secuestrar acompañándome o si es que sufro de delirios y nunca hubo nada entre los dos.


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