20 de septiembre de 2008

Versiones sobre Salvador Allende


Soy Daniel, un ser humano común. La forma circunstancial en que se ha desarrollado la historia de mi vida queda al margen, al igual que la carrera que hoy desempeño, todo conocimiento que se plasme ahora en este artículo ha sido configurado durante un proceso denominado "Memoria Histórica Personal y Colectiva", que esta más relacionado con el conjunto de factores entrelazados y estructurados a modo de configurar la totalidad de mi opinión. Si hay elementos, a ojos de ustedes, erróneamente testificados es por que tan sólo no han sido refutados por nadie aún.
Es importante aclarar que hoy, hablar sobre Salvador Allende me apasiona, nada más que por ello escribo y lo describo.
Voy a partir de la premisa de que la memoria histórica no se debe jamás silenciar, si es que la penumbra y la censura tapan los hechos que configuran nuestra identidad, surgen las divisiones que nos llevan a confundir el rumbo, distinguiendo y excluyendo a partir de un "nosotros". Si las cosas no se discuten, siempre van a ver diversas versiones de lo ocurrido que emerjan como murmullos del silencio.
Personalmente yo no creo en el consenso. Razón por la cual siento que los acuerdos mutuos ocupan un lugar en la historia luego de que uno de las versiones se ha podido imponer sobre las demás. Por esto ustedes sabrán que nunca se habla de la historia de los vencidos.
Teniendo esto claro, me gustaría referirme a la figura de Salvador Allende como una figura históricamente relevante. Más allá de que se deposite tras una persona, la responsabilidad histórica de dividir por entero a un país, es conveniente situar a tal personalidad tras un contexto socialmente elaborado, Allende es un personaje creado por las relaciones sociales, configurado sobre su misma sociedad y por la memoria histórica que ella conforma. El compañero presidente era una persona muy sola, como un artista con una sensibilidad especial, guardaba siempre un espacio para lo íntimo. Este hombre fue un político, sin lugar a dudas no era una persona común, fue elegido por un 36,4 por ciento de los votos luego de más de 20 años de carrera política. Manifestaba claramente la forma de pensar de un número importante, en Allende se depositaban de manera excepcional los valores democráticos y el pensar de una mayoría.
Situándonos y observando detalladamente el contexto histórico, podemos observar que Salvador Allende tiene un discurso muy interesante, abierto para el análisis, con un profundo contenido libertario y marxista, lleno de ideología. El hecho de configurar al pueblo como único forjador de su historia, de nombrar al trabajador como un creador y dueño absoluto de su destino, nos dice algo. Allende era una persona que creía fielmente en el pueblo y en su gente, pues lo conocía y se reconocía él como parte del mismo pueblo y su historia. Dudo profundamente que se pueda volver a encontrar un mandatario con valores más humanistas. Él era una persona que confiaba a tal punto en las personas y en la humanidad, que no se daba la molestia de encontrar culpables ni enemigos en su discurso.
Allende sin lugar a dudas era una persona pacífica. Sobre este punto se encuentra una diferencia abismante en relación al desarrollo de los regímenes de corriente leninista. Salvador Allende no creía en el partido único ni tampoco creía que el capitalismo estuviera radicado en personas con nombre y apellido. Esta persona, gracias a su sensibilidad casi profética sabía muy bien el camino y la forma política de darle cercanía a los escritos de Marx por otra vía, más expedita y mucho más directa, "la vía chilena al socialismo".
Es increíble cómo Allende ni siquiera nombra al imperialismo estadounidense como un elemento discursivo para argumentar su actuar latinoamericanista y unificador. Es como si supiera a ciencia cierta, la forma de no caer en el juego capitalista de la violencia directa y primitiva, pareciera que los que estaban atentando directamente contra su persona ni siquiera, tuvieran el privilegio de figurar en sus discursos. A tal llegaba la paz interna en este hombre que provocaba que la violencia pareciera brutal contra su persona, Allende siempre fue víctima de la injusticia del contexto a lo largo de todo el periodo histórico.
El compañero presidente no se dirigía a nadie más que a su pueblo y no tenia sangre de mártir ni fama de profeta, solo era un hombre... Algunos dicen que era, un hombre que sólo era un pueblo.
Dudo que una persona haya prestado más atención a Karl Marx que Salvador Allende. Yo creo que sabía sus escritos de memoria, y lograba darle interpretación política con éxito, él rescató de la personalidad de Marx, lo más valioso, el amor y la confianza en la humanidad. Él era una persona que sin lugar a dudas amaba al ser humano, de forma casi apolítica, excepcional. Pues Salvador casi no era político, ante mis ojos el compañero presidente era un artista del pueblo.
Desde sus primeros años de vida políticamente activa, podemos observar que Allende no goza de matices políticos, ni cambia de parecer, es una persona que a lo largo de su vida no se radicaliza ni se reformará jamás. La figura de Allende se forja en la ciudad de Valparaíso con enseñanzas de un viejo zapatero anarquista italiano llamado Juan Demarchi. Es sorprendente como a partir de ahí puede enlazar la corriente marxista del socialismo chileno, la praxis social con rasgos de anarco-sindicalismo, teniendo como base el humanismo vanguardista de la época. Allende sabía perfectamente con qué estaba jugando, una persona muy inteligente se formó entorno a una sensibilidad especial. A estas alturas nadie cuestiona eso.
Allende lejos de ser un social-demócrata, era un marxista de tomo y lomo, a mi parecer, más marxista que todos los extremista de la época juntos. Allende, a diferencia de los sectores violentistas, por ejemplo, no manifestaba mayor interés por la revolución bolchevique, él creía profundamente que la revolución debía surgir efectivamente de la masa del pueblo y no de algunos iluminados. Para ello se requería un cambio ideológico de mentalidad individual antes de la revolución social, Allende en realidad combatió contra la forma de pensar de cada uno de los chilenos... -Debe ser extraño (por decirlo poco) que pongan en tus manos, tu propio destino y tu propia historia, de un día para otro-
El marxismo, para esta persona era más que un movimiento de vanguardia, y tenía un objeto mucho más profundo que combatir contra el imperialismo estadounidense. Él sabía que lo importante, antes de una lucha externa, es la estructura histórica de los acontecimientos y la mentalidad de la gente, el pensar del pueblo.
Para un marxista no hay nada que escape de la producción humana, no hay determinación natural ni destino incontrolable. El trabajo nos determina como hombres en la praxis. Pura teoría que figura en la acción política allendista, gracias a ella podemos decir que, por algún momento, Chile fue dueño de sí mismo.
La lucha contra el capitalismo de Allende fue una verdadera revolución. El hombre de la paz contra la violencia pura y primitiva del modo de producción y el sistema infernal. Salvador Allende pudo más, y tengo confianza en la historia y en la gente que finalmente la forja.
A la gente crítica, le recomiendo en una primera instancia, abrirse un poco y no taparse los ojos, eliminar dogmatismos, tal vez leerse un par de libros. Si el conformismo los supera, será por la felicidad remota y los muertos que ella provoca.
No nos callemos jamás y no nos sometamos nunca, seamos libres y dueños de nuestro destino como alguna vez lo fuimos. Ni siquiera nombro la desigualdad porque hoy, hay esclavitud en la gente, esclavitud de pensamiento, sometimiento ante políticas económicas y trabajos forzosos. Relaciones de poder que nos ubican unos sobre otros, violencia extrema.
El que esté conforme con aquello y tenga un poco de amor propio que lance la primera piedra.
Sociedad patronal, en donde Chile es país dependiente, con gente dependiente, con ideas dependientes.... Contra eso, y por un mundo con gente verdaderamente libre, combatía Allende.
El gran Chileno de nuestra historia...

Daniel Salgado

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