11 de abril de 2008

Manifiesto de la composición

Para muchos, buenos o malos lectores, "Palabra" es sinónimo de verdad. La realidad posmoderna constantemente configura nuevas dimensiones de pensamiento interpretativo trascendiendo el poder de la frase.
Ahora es mi turno, esta es mi dimensión y mi versión del acontecer, este es un lugar individual e infinito donde cada palabra adquiere un significado particular. En la realidad irónica del lenguaje escrito, donde autores mienten sin consideración aprovechando la suerte de nihilismo intelectual, y en donde los textos parecen bellos floreros sin agua prontos a secar. No conciben ni ellos mismos lo que escriben.
Para mí la palabra es la vida... y vaya que vida!... nada peor que vida!.... vida es tan sólo una palabra irresponsable y vacía que se ocupa con frecuencia hoy en día. La doble cara de la vida que se oculta tras el término simple de la palabra sin connotación.
"Vida" es un concepto posmoderno complejo, la interpretación otorgada por la sociedad radica en una realidad difícil de asimilar.
Lo cierto es que se sabe harto poco acerca de la vida, básicamente es que en ella se (re)produce nuestra condición mortal y se le impone un valor subjetivo a la realidad. Si pones en cuestión lo último, cuál sería el valor objetivo de la vida, si la racionalidad que la conforma es sólo un concepto finito, y más aun redundante. La palabra es palabra muerta, cuando está vacía de racionalida.Cuando perezosa de tanto pensar, redunda vacío sin necesidad.
Ahora se configura el concepto vida como creación de revolución pura frente a tí. Mediante la vida, en mis escritos se manifiesta una constante revolución creando y dejando crear, caracterizando la esencia profunda del ser de forma bella y caótica.
A pesar de que crear no siempre es trascender, es mejor arriesgarse a la calificación consensual antes que morir silenciado. Con todo lo que escapa a las sensaciones tangibles y racionales, agitemos el monótono torbellino de la vida asimilando el fin del accionar humano, crear. Construir y destruir la vida es aquello que provoca el impulso que revoluciona verdaderamente al ser, interpreta hoy la insatisfecha realidad de lo creado.
Lector vive, ese es tu único rol, eres para mí pura interpretación, pensamiento abierto y profundo, esencial para concretizar mi composición.
Daniel Salgado

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