Ángeles

ÁNGELES:

Aunque no lo creas son seres torpes. Se marean, tropiezan y caen tan sólo con la rotación de la tierra. Son tan frágiles que se lastiman con la proximidad de la gente y, se desesperan rápidamente cuando no tienen espacio para desplegar sus alas.

Son seres tan sensibles, que pueden morir de pena luego de estar mucho tiempo confundidos, en una vida terrenal que no pertenece a su reino.

Se distinguen entre la gente común, ya que sus ojos muestran el mar de la esperanza por una mejor vida. Algunas veces cuando están felices, pueden llegar a mostrarte el cielo tan sólo con la dulzura de una mirada. Sus cuerpos perfectos recrean el éxodo de la tierra y el amor por lo natural, debajo de sus alas se cree que hay praderas, montes y llanuras hermosas e interminables. Sus negros cabellos en tanto, simulan ser el cielo nocturno en verano, contrastan con algunas estrellas que, de vez en cuando, se dejan mirar.

Dicen, que aquel hombre que ha probado los labios de un ángel jamás los olvida. Pues queda hechizado durante toda su vida con el dulzor de una delicada boca y, profundamente estigmatizado con lo que significó acariciar, alguna vez, el negro cielo estrellado, mientras un narcótico perfume procura ascender desde montañas, atravesando los llanos, hasta las narices del afortunado…

Créeme, que es lo único que sé sobre ellos…

Daniel Salgado