20 de abril de 2009

Las Hermanas

En uno de mis viajes, casi por casualidad escuché sobre una antigua leyenda. Trataba sobre un pueblo del sur de Chile en el cual vivían tres preciosas hermanas.
Era tal la belleza de las jóvenes, que sus nombres sonaban incluso en las regiones vecinas, y se murmuraba que medio pueblo había enloquecido por ellas. Se decía que desde el momento en que un afortunado lograba sentir la dulzura de los labios de alguna de las hermanas, nunca volvía a ser el mismo.
Supe de una vez, que el pretendiente de una de ellas se volvió tan loco, que casi lo internan luego de ser rechazado por la mujer que amaba. Fue tal el impacto causado por el término de la relación que se volvió esquizofrénico, y todas las noches cae en un delirio que lo lleva a lanzar piedras contra las ventanas de la habitación donde ella dormía. A tal punto llegó el descontrol del sujeto que a la familia, no le quedó más remedio que cambiarse a un sector un poco más apartado del pueblo. Pero el pobre hombre sigue llegando todas las noches, de forma religiosa a la casa abandonada, creyendo que es Romeo y tira piedras suplicando por su amada.
La hermana mayor fue la primera mujer realmente bella nacida en la región. Cuentan que fue gente de tres pueblos aledaños a verla cuando nació y, fue tal la celebración que, en el magno evento del bautizo, el mismo gobernador decidió otorgarle al pequeño pueblo un punto amarillo en el mapa y el rango de capital regional. Era tal la belleza de la bebé que las enfermeras se peleaban por atenderla y, era tal el descontrol por esos días en el recinto, que hubo más muertos por desatención que en toda la historia del hospital.
Una vez que la hermana mayor cumplió tres, ya era ganadora de todos los concursos de belleza a los cuales podía participar hasta esa edad. Y era tal la atención dedicada a pequeña mujercita que, en el momento en que su hermana nació, a pesar de ser ella tanto o más hermosa, en el pueblo nunca se le prestó demasiada atención, y se murmura que este es el principal motivo de su fuerte carácter. Dentro de los pueblos del sur de Chile éste es uno de los pocos que no gozan de la atractiva compañía de un volcán, sin embargo en ese lugar, se cuenta aun la leyenda de las erupciones emocionales de la segunda de las hermanas.
La mayor, al igual que las hermanas que vendrían, en el momento en que creció se volvió bella como una flor, y numerosos hombres batallaron por su pretención. El día en que ella celebró su cumpleaños número dieciocho se inició una pelea de siete días y seis noches, en que murió un cuarto de la población masculina de la región. El instinto maternal de la primogénita es mayor al que se le haya visto jamás a una mujer, y dicen, que los hombres se le acercan, lo hacen principalmente por su belleza, pero siempre con la segunda intención de buscar el cobijo y la protección de una madre. A tal punto llega esto, que sus novios por una extraña coincidencia, luego de un mes de relación comienzan a chuparse el dedo por las noches mientras duermen.
Yo tan sólo conocí a la última, la menor y tercera de las hermanas, ella tiene mie edad. De hecho fue quien me contó sobre la leyenda. Me impresionaron muchas cosas de ella, también me llamó la atención lo que relataba. A pesar de lo fantástico de la historia hubo algo, un no se qué que me hizo creer gran parte de lo que decía. Recuerdo una vez que me dijo: "Una vez que los hombres conocen a una mujer que les gusta, la platonizan y exageran una enormidad, quedan como conjurados. Y no hay nada que les saque de la cabeza, que la mujer que tienen al frente es lo mejor que les podría pasar en el mundo... Son todos iguales"

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