7 de abril de 2009

Tarde de belleza y poesía

De día hay románticos libros,
también hay luz, hay sol, y estas tú.
Miro como sombras en tu rostro
dibujan en tí poco a poco una sonrisa.
Te ríes inmadura, de cómo el día pasa veloz,
de cómo la tarde corre en seguida,
cuando la noche llega a la conversación.
A oscuras todo parece amarga sombra,
en el momento en que tus labios son mi postre
me ilumino por dentro y me gana la pasión.
En la cena, tras la luz de la vela
tu ojos son dos aceitunas verdes
que se hacen condimentado aceite,
cuando sabes que me aliño de vos.
Hubieron muchos libros de poemas,
un par de frases, algunas palabras bellas
que acercaban mi boca a tus atentos oídos,
cuando tus oscuros cabellos risados
jugueteaban con mis sensibles mejillas.
Pero ahora, cuando todo es como sombras
ya no tengo palabras, ya no tengo sentidos.
Sólo recuerdos de una tarde de literatura,
imágenes fugases de la romántica noche,
y un par de sabores de la comida.

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